Sus manos estaban frías .. su piel pálida .. su corazón latía tan rápido que parecía un zumbido... pero su boca, curvaba una sonrisa, inexplicable e indescriptible, única...
Su cuerpo no se movía, parecía una estatua inmortalizada...
Sus ojos se llenaron de lagrimas, la sorpresa de lo que estaba viendo, de lo que apreciaba, de lo que nunca hubiera creído...
Su mente, al contrario que su corazón, se había paralizado completamente al ver aquella imagen... todos los colores de la vida habían cambiado, la música tenia ahora otro sentido... su espíritu había abandonado su cuerpo para observar las cosas desde otro plano...
Habrían pasado horas, días meses, años, pero ella no lo hubiera sentido, estando como una estatua pálida y hermosa... pero solo pasaron segundos, cortos y eternos segundos...
Cuando por fin pudo pestañear, cuando por fin logro mover su cuerpo de estatua, la luz se había ido, la imagen se había desvanecido, y ella no había logrado al menos tocarla, sentirla, solo verla...
Caminó hacia el espejismo de lo que había quedado de su amada imagen... el indescriptible aroma, de vida y juventud, definitivamente, había estado ahí en verdad lo había visto... solo eso... le hizo feliz el resto se de vida.
