[...] Sentada frente a la ventana del cuarto, mirando a la calle, mientras las hojas caen lentamente, y el frio es tan denso que se puede ver, piensa y mira como la niebla se asenta cada vez mas, poco a poco las hojas se dejan de ver, y ella piensa que tal vez estas se van a quedar en la niebla y no van a llegar al suelo.
Su pensamiento divaga entre la niebla, esa representacion exacta de su vida, sus ideas se quedan escondidas en la niebla de su mente, y nunca llegan al suelo, nunca tocan la corteza de su cerebro, se quedan congeladas y se ven difusas, y aveces, se pierden.
En el insolito hito de la noche, cuando la oscuridad es tan absoluta que hasta la luna le teme y se aleja de ella, es entonces, cuando ella se acuesta confundida por su estado, por su noche, por sus recuerdos, difusos e inexactos, que la llevan a preguntarse ¿En qué se ha convertido?
Cierra los ojos y trata de ventilar su mente, trata de ahullentar la niebla, pero no ha amanecido. Se rinde, se deja llevar por el sueño, de pronto este sea el unico lugar en el que su mente se despeje, de pronto ahí si halla sol, y depronto su niebla se esfume ahi, en el infinito espacio de los sueños.
El sueño es profundo y rapido, no como esos eternos, en los que puedes vivir toda una vida en una noche, el sueño cesa rapido, es tan efimero como un pensamiento, ese pensamiento nublado que aun esta es su cabeza.
Abre los ojos y mira hacia la ventana, la niebla se va, esta hullendo de la luz, del sol, del amanecer; entonces, mientras la espesa capa de nubes se va desapareciendo, ella logra ver las hojas en el suelo, si estaban ahi, no se fueron con la niebla, si cayeron, si estan ahi, como sus ideas. El sol llega hasta su ventana despejando toda duda, quitando toda nube. Ella sonrie, aun esta ahi, recibiendo el suave toque del sol, ese amor que espero para liberarse, para que sus ideas se despejaran y cayeran las hojas en la corteza de su cerebro. En su vida.
Es el silencio el camino de colores, 
