Cuento - PROLOGO (Parte1)

Hola gente: Como ya lo sabrán, entre mis tantas facetas, soy una escritora empedernida, y uno de mis temas favoritos de escritura es la fantasía y la magia. Hoy les quiero compartir uno de mis muchos proyectos. La idea de compartirlo nació de el molesto de mi hermano... jajaja... No siendo mas los dejo con un cuento que escribí, espero los disfruten y comenten.

No es que no me guste, es solo que pienso que no es mi estilo, creo que deberían colocarme algo mas adecuado. Mire el vestido sobre la cama, el color no me desagradaba por completo, pero pensaba que no luce bien en mi el amarillo, no lograba verme en el y no quería ponérmelo, pero tenia que hacerlo así que lo tome y fui rápido al baño para colocármelo. Como imagine, quedaba perfecto en mi. Pero aun cuando me veía en el espejo había algo que no me gustaba, tal vez era el simple hecho de que no me pasaba los vestidos, nunca había usado uno antes.

Escuché que alguien golpeaba la puerta de la habitación y preguntaba por mí, era Jorge que ya me había esperado mucho y yo no quería hacerlo esperar más. Sabía como era cuando se ponía bravo, había tenido la suerte de que las pocas veces que lo vi así no fue por culpa mía, pero no quería que pasara ahora. Salí lentamente de la habitación, ya tenia el vestido y los zapatos que él me había dado. Me miro rápidamente
     -Te ves bien- dijo sin cuidado como un cumplido que se hace con educación -Ahora debes ir a que te peinen y te maquillen, ve rápido, ya me hiciste esperar mucho tiempo solo para ponerte ese vestido.
Hice lo que me dijo y camine hacia el cuarto, en el que dos muchachas me esperaban para terminarme de arreglar mientras Jorge esperaba impaciente.

Tenia que hacerlo lo mejor posible, no podía equivocarme. Me habían echado mucho maquillaje, tanto que cuando me vi al espejo no me reconocí, mientras Jorge esteba satisfecho con el resultado; no me veía fea pero no me agradaba como lucía.
     -Ahora te ves mejor- dijo y yo reí sarcásticamente.
     -No creo que hables en serio. ¿Porqué debo ir tan maquillada y tu luces como un vagabundo?
     -Por que se supone que tu eres mi ama
     -Ah!- ya había olvidado el lugar y la época en que me encontraba
Miré de nuevo a Jorge, tenia una camisa gastada y unos pantalones medio decentes, su cabello estaba largo hasta los hombros y su barba era café y sucia, se la había dejado crecer y se miraba mayor que de costumbre, aunque nunca lo había visto sin esa barba, unos pocos centímetros lo hacían ver de mas edad.

Caminamos hasta un carro negro que nos esperaba y lo abordamos, entonces cuando se aseguro que nadie lo escuchaba empezó a darme instrucciones
     -Primero, recuerda tu educación, ellos son de la oligarquía y no soportan que alguien sea falto de educación; segundo no olvides que debes agradarles y ganarte su confianza y por último por favor deja tus dotes de niña rica y tu prepotencia, ellos no aceptan que les lleven la contraría. ¿De acuerdo?
     -Creo que si
     -Nada de creo... ¿si o no?
     -Esta bien... si- La verdad era que con ninguna de las cosas que me había dicho estaba de acuerdo, en esos momentos me arrepentía de no haber tomado las clases de etiqueta y protocolo que mi madre tanto me insistió. No estaba segura de como les iba a agradar ni mucho menos como me ganaría su confianza, y por ultimo no podía imaginarme el tener que morderme la lengua para no decir lo que pienso pero debía hacerlo.

Llegamos y me baje del carro. Inmediatamente tuve el presentimiento de que todo iba a salir mal, pero lo descarte de mi mente. Después de entrar a la casa, que era mas bien una mansión, el mayordomo me invito a sentarme mientras sus amos bajaban para atenderme. Jorge estuvo a mi lado parado y casi invisible todo el tiempo. Mientras bajaban los vi,  eran un hombre alto y serio con el ceño fruncido y grandes ojeras y una mujer delgada con un vestido verde claro, unos ojos grandes y saltones, y una sonrisa gigante que mas que confianza daba miedo. Fue entonces, cuando los vi y no me pare para saludarlos, que me di cuenta que todo iba a salir mal.