[...] Ya no caminaba con antes, su sonrisa no era como antes, sus ojos no eran como antes, su cabello, su ropa, su forma de hablar... ya todo era diferente... ya todo había cambiado... Ahora era una mujer nueva, mas grande, mas hermosa, mas radiante.
El brillo de sus ojos ese día era único,
su sonrisa nos irradiaba a todos y nos daba la razón por la que ese día era especial...
no solo para ella... para todos...
nos hizo darnos cuenta del tesoro de hermoso rostro que tenemos.
El brillo de sus ojos ese día era único,
su sonrisa nos irradiaba a todos y nos daba la razón por la que ese día era especial...
no solo para ella... para todos...
nos hizo darnos cuenta del tesoro de hermoso rostro que tenemos.
Su voz nos ilumino, y parecía que no eramos nosotros los que le dábamos regalos en ese día, sino que era ella, con su simple presencia, la que nos obsequiaba lo mejor del mundo...
Solo su presencia nos ilumino... nos dio felicidad... mas que lo que ella pensaba.
Ese día especial, en el que todos la vinos las hermosa y esplendida, ese día le dimos todos gracias Dios por regalarnos ese divino ángel, que desde hace quince años nos acompañaba,
y que ahora, desplegaba sus alas hacia un nuevo camino lleno de dificultades y tristezas...
pero también de felicidad y amor...
Espero que ese ángel me permita volar de su mano...
porque no quiero que nunca se separe de mi...
porque lo amo y lo adoro...
y porque ahora mas que nunca se que significa mucho para mi...
TE ADORO SHAYA!!
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